de ellos aprendimos
El jueves 30 de septiembre hemos tenido la enorme satisfacción de visitar el geriátrico que se encuentra en el Hospital Especial “Alejandro Prospero Reverend”. Esto, gracias a la buena disposición del doctor Luis Méndez, quien una semana atrás me entrevisto con la enorme tarea de determinar mi “higiene mental” (difícil tarea determinar esto en quien decide dedicarse de por vida al teatro de títeres jaajje). De la extensa entrevista determinamos de ambas partes que ninguno de los dos estaba muy alejado de la realidad. Tan solo decidimos compartir un anhelo, brindar un momento de esparcimiento a los abuelos que allí residen.
Y pasaron los días y dejamos de lado la “….Burrocracia….” y entre llamada y llamada cuadramos hora y movilidad. Después de unos 15 minutos de viaje llegamos al lugar de función allí nos esperaban las enfermeras y los abuelos. El comedor era el sitio propicio, las sillas se fueron acomodando solas, poco a poco los mismos abuelos traían sus butacas rodantes, traían la espera de visitas que nunca llegaban, de tardes soleadas en patios de cemento. La función fue genial, enriquecida con la presencia de Don Antonio de 78 años, ávido lector y con quien nos comprometimos a regresar con lo que más ama, los libros. Ya en nuestra partida, en la puerta nos esperaba el “pintor”, un abuelo que disfruta el dibujo y la pintura, de nacionalidad colombiana este “parce” hace lo que toda su vida ha amado “parcha” en la entrada exponiendo sus obras. En una semana regresaremos de visita.
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