Sabido es el valor pedagógico del Teatro de Títeres, que nos permite promover mensajes positivos y llegar a lugares reconditos de la geografía trujillana. Allí donde los organismos públicos y privados no llegan, tal vez por la baja matrícula, las malas condiciones de las carreteras o simplementen por que no llegan a engrosar las estadísticas de gestión cultural. O simplemente por que las políticas estadaless solo contemplan al "promotor cultural" como un empleado con horario de oficina. Claro!!! este último tema, engorroso y delicado sería materia de debate en mesas de trabajo de varios días, "evento" en el que se invertiría un presupuesto significativo para llegar a conclusiones intelectuales y recomendaciones de por más intuidas.
En fin, lo bueno se hace esperar y la Comunidad de Mocoy Abajo, pudo disfrutar de la obra el "Abuelo y el niño". Con el apoyo de Fundación I.D.E.A. y el CMDNNA-Trujillo partimos en un rústico montaña arriba, la gripe hacia estragas tanto en los concejeros del Cmdnna como en los titiriteros. Pero el ánimo estaba intacto, la misión era esa llegar a la escuelita. Allí el personal obrero nos recibió con abrazos y guarapito caliente, hermosa demostración de la amabilidad de la población trujillana.
Inmediatamente la directora llamo a la escuela que se ubica en el margen derecho de la montaña donde la matrícula es de 16 niños y niñas. El teatrino se armó rápido, el sonido abastecía en el largo pasillo de la escuelita. La mirada inquieta de los niños nos hacían olvidar el malestar gripal, los aplausos y los bailes dieron inicio a la función. DERECHO a la salud, a la educación, la cultura, a un ambiente sano, fueron captados de forma inmediata, Beto el niño de la obra reció el tibio beso de una alumna de preescolar.
Con una bella charla y un compartir concluimos la actividad, Felices con los niños y profesores sellamos el compromiso de regresar. Y así será.
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